Hoy es día de mercado, vamos hacia allí pasando antes por el cole de Fanta,su profesor la deja que se salte la clase para acompañarnos.
Aída nos guía por todo el mercado, orgullosa de nuestra visita. Es enorme y puedes encontrar de todo. Primero, separados, vemos la zona de ganado con los bereberes, esos hombres azules que imponen hasta mirarlos y más llevando mi cámara, disparo admirada, con mucho respeto.
Callejuelas llenas de gente, de puestos de comida caliente, telas, ropa, verduras y pescados. Una inmensa variedad de colores y olores nos impregnan….
Mucho polvo y suciedad bajo un sol abrasador, donde la gente relajada te mira, te sonríe y me piden que les haga fotos, les encanta!
Vamos a visitar el centro de maternidad, donde hay varias madres que acaban de dar a luz, ( y algún animal, si, si…cabras y gatos en la misma sala, no me puedo creeeeer!!!) y en ese mismo momento, una mujer esta dando a luz, nos invitan a ver el bebé recién nacido. Me choca ver como le ponen a parte (casi de cualquier manera) y nos lo enseñan a nosotras antes que a la propia madre.
Aquí antes recibían ayuda, pero lamentablemente, no todos saben valorar, apreciar, mantener en condiciones y cuidar todo lo que se les ofrece, por lo que se les tuvo que retirar la ayuda.
Después de comer, partimos hacia Gueoul, antes una parada en el camino, mi amigo Mamadou nos cuenta que cerca vive una prima suya que hace muchos años que no ve. Un momento muy emotivo.
La ruta hacia nuestro destino final Ngaye Diawar, junto a Gueoul se está haciendo más larga de lo que pensábamos….entre las paradas de policía (con sus multas incluidas) y que nuestro chofer no sabía por donde iba ni tampoco pregunta…. termina siendo un viaje de más de 5 horas ( en vez de 2). La que has liao pollito!!! Por lo menos el tramo es de carretera buena!
Finalmente llegamos cansados a Gueoul, donde nos esperaban Oumar y su primo Cheick. Nos ofrecen agua, llego sedienta y sin pensarlo me bebo un vaso del tirón….Marga me mira con cara rara… uff vaya, ya la he liado…mmm, o no… bueno ya veremos, como mucho, me dará cagalera.
Toca descansar, y seguir viviendo la «teranga senegalesa» en casa de Oumar.
Gema Cristóbal, 06.12.17.
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