Ya es viernes, y todo el trabajo está hecho. Aunque queda todavía parte de material en el almacén para entregar en el geriátrico del Dr. Sow, pero ellos se encargan de recogerlo.
Os acordáis que bebí agua? si…sino, bueno, es igual… pues beber agua del grifo tiene sus consecuencias, jejeje. Por suerte, estaba ya en el albergue y era una mañana tranquila, descansando de todos estos días sin parar… y una vez que tu cuerpo elimina todo lo que tiene dentro, sigues la vida normal como si nada! Aprovecho para editar fotos y escribir. Mi blog se mueve, MUCHAS GRACIAAAAASSSS!!!
Con todo lo que hemos hecho, no hemos tenido tiempo para visitar nada…( habrá que volver). Pero si pudimos visitar el Lago Rosa que nos pilla cerca. El chofer del Dr. Sow, muy amablemente nos recogió para llevarnos hasta el lago. Una pena la neblina que había, que tapaba el sol y casi anocheciendo, no pudimos ver ese color rosa que refleja el agua por sus minerales. Pero nos dejó un agradable paseo y una sensación diferente a lo que normalmente la gente suele ver.
Ya de noche, el chofer nos acerca a visitar la granja que tienen ellos mismos para su abastecimiento. Gallinas y pollos de varias clases, cabras, ovejas, vacas y hasta un toro y muy bravo, pero bien atado ( o eso nos dicen, aunque a mi no me lo parece)! Tienen para comer ellos, dar trabajo a gente y vender lo que producen. Así generan una cadena de trabajo donde sacan beneficios para su centro.
Y para rematar bien el día y siendo la última noche en nuestro estupendo albergue, Marcellino y Astou, nos obsequian con una deliciosa última cena. Si es que son un amor! Así da gusto, que bien nos cuidan! Millones de graciasssss!!
Gema Cristóbal, 08.12.17
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