Amanece y los primeros rayos de esa luz tan diferente nos invitan a salir a pasear por el barrio de Petit-Mbao. Vemos llegar a los pescadores en sus cayucos con el pescado fresco del día para la gente del pueblo.
Damos una pequeña vuelta por el barrio comprobando que en un año han cambiado muchas cosas (para mejor, por supuesto) están asfaltando calles y han abierto algunos pequeños comercios nuevos.
Visitamos a nuestros amigos y algunos vecinos del pueblo, que como siempre, nos abren las puestas de sus casas alegrándose de que volvamos. Hasta los más pequeños, como Cura y Alassan, las hijas de Bara, se acuerdan de nosotras y nada mas vernos nos reciben corriendo con un gran abrazo y su siempre gran sonrisa. Percibimos enseguida su «Teranga Senegalesa» (hospitalidad).
En el almacén donde nos guardan el material de la ONG, comprobamos que ha llegado en perfecto estado el ecógrafo, los botes de pintura y otros paquetes que enviamos en Enero en un contenedor en barco.
Para terminar el día, cenamos un rico cordero especiado (DIBI tipico senegalés) en el Boulebard del pueblo, también de confianza. Rico rico !!! 😋😋😋
GEMA CRISTOBAL, 07.03.2020
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