En agradecimiento a todo lo que está haciendo mi amigo Mamadou por nosotras estando en su país, nosotras ayudamos a su pueblo. En Diciembre de 2017 ya colaboramos con algo de material para el poste de santé, y este año hemos ido hasta allí, a Dounguel, para ver lo que tienen y en que condiciones está todo (algo imprenscindible para cualquier proyecto de cooperación, analizar y hacer informes).
Vamos al pueblo de Pete a comprar el ácido fólico que la matrona dará a las embarazadas.
Llevamos también material sanitario básico.
Nos reunimos junto con el comité de salud, los notables y casi todo el pueblo desde los más pequeños hasta los más mayores a la entrega del material en el mismo poste de santé. Mamadou como buen interprete explica todo lo que hemos hecho para poder venir y que estamos aquí gracias a todos los padrinos que han colaborado durante todo el año 2018 en España. Además de comunicarles la importancia del buen uso y mantenimiento de todo lo que llevamos.
El pueblo de Dounguel está dividido en dos partes por el rio Senegal, una parte pertenece a Senegal y la otra cuzando el rio ya es Mauritania, muy cerca pero suficiente para notar la presencia del calor y el polvo del desierto. Cruzamos el rio para visitar la otra parte y conocer sus necesidades.
Nos reunimos con los notables para hablar del proyecto y visitamos el colegio donde hay unos 30 niños.
Nos enseñan también lo que intentarán que sea el futuro paritorio para tener uno propio y que las embarazadas no tengan que cruzar el rio.
El pueblo nos acoge con cariño y nos hacen una fiesta con música en directo, en agradecimiento a nuestra visita y ayuda.
Y a pesar de lo lejos que está, 15 horas de viaje en bus desde Dakar hasta Dounguel, ha merecido la pena.
Gracias a Mamadou, a toda su familia y todo el pueblo por acogernos y cuidarnos tan bien en estos 5 días allí. Esperamos poder mantener la colaboración.
Gema Cristóbal, 19.03.19
En esta ocasión, viendo las fotos, me sorprende las caras tan serias, en general. Salvo unos pocos niños y alguna sonrisa suelta, me parecen caras muy muy serias. Los músicos, los niños de la escuela, las dos fotos generales en las que hay mucha gente. Me sorprende.
Las fotos buenísimas, un colorido, como siempre, alucinante. La labor humanitaria encomiable.
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Pues si, tienes razón en cuanto a que llama la atención que no salgan sonriendo con todo lo que sonríen siempre, pero generalmente cambian la cara automáticamente en cuanto ven la cámara de fotos grande. Gracias Fernando!
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