Ayer, Astou nos preguntó que queríamos comer al día siguiente y nos ofreció un abanico de posibilidades: yassa poulet (pollo con cebolla), thiéboudienne (arroz con pescado, plato por excelencia), maafé (carne con salsa de cacahuete) a cual más delicioso.
Como por la noche nos habían invitado a cenar “dibi” (cordero a la brasa), queríamos comer suave y le pedimos unas tortillas a la francesa con ensalada. Ella no daba crédito y después de insistir un buen rato, claudicó. Qué remedio!
Si bien en cuanto despareció por la puerta de la cocina oímos como se partía de la risa con el resto de trabajadores. Pasados unos segundos entró por la puerta uno de los chicos con docena y media de huevos. No dábamos crédito!
Le explicamos que con dos huevos por persona se hacía una tortilla y que era más que suficiente. Al final terminamos riéndonos todos juntos a mandíbula batiente. La risa, lenguaje universal que nos une.
Ah! Al final ha habido tortilla.
MARGA COLL, 09.03.2020
Deja una respuesta